Estamos viviendo últimamente una época en la que los populismos están a la orden del día en todos los ámbitos, incluso en los sanitarios. Todos parece que tienen claro lo que hay que hacer para optimizar los recursos de nuestro sistema pero, como nos acercamos a época de elecciones, parece que todos se apuntan a culpar al que gobierna de la situación de la pediatría de Atención Primaria (AP) y nadie se atreve a ponerse a la calle en contra (quizás tampoco se ha hecho pedagogía suficiente en la calle sobre la situación en la que vivimos...)